Mientras tanto, en una cueva de una acantilado, estaban “Los Carroñeros“, el buitre leonado, el jefe, y sus secuaces, el buitre negro y el alimoche. El cóndor y el quebrantahuesos lo habían abandonado y vivían contentos en las altas montañas.
“Los Carroñeros“, dotados de fuertes garras (menos el alimoche que da pedradas), hacían un plan ofensivo para conseguir el trono del águila imperial. Pero no sabían que fuera les esperaba Cu y la policía, y al salir Cu les dio tal susto que pudieron ser apresados durante dos meses.
Cu se sentía muy orgulloso y le proclamaron ave del año. Así nunca más se quejó por ser feo.
Pedro José Jiménez 6ºC
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